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EIS de alta frecuencia: una poderosa herramienta para el futuro de la movilidad

11 mar. 2024

Artículo

El mercado de vehículos eléctricos (EV) está creciendo rápidamente debido a factores ambientales y económicos. A medida que los vehículos eléctricos se vuelven más comunes, los avances en la tecnología de baterías serán fundamentales para satisfacer las necesidades de almacenamiento de energía de esta industria en crecimiento. Las baterías de estado sólido (SSB) ofrecen una alternativa prometedora a la tecnología de baterías de iones de litio convencionales. La caracterización electroquímica de las SSB puede resultar difícil, pero mediante el uso de espectroscopia de impedancia electroquímica (EIS) a altas frecuencias (hasta 10 MHz), los procesos rápidos se capturan más fácilmente.

Interfaz de estado de carga de batería en vehículo eléctrico

Introducción

Los vehículos eléctricos ofrecen cero emisiones directas y menores costos de combustible en comparación con los vehículos propulsados por combustibles fósiles. Las ventas mundiales de vehículos eléctricos alcanzaron los 13,6 millones de unidades en 2023 y se prevé que estas cifras aumenten significativamente en el futuro cercano [1,2]. 

Las baterías que alimentan los vehículos eléctricos deben almacenar más energía y al mismo tiempo ser más seguras, más pequeñas, más livianas y menos costosas de lo que permite la tecnología actual. Las mejoras en la densidad de energía son particularmente importantes, ya que los paquetes de baterías son uno de los componentes más pesados y caros de los vehículos eléctricos. La mejora del rendimiento de la batería determinará el ritmo al que los fabricantes de automóviles podrán producir vehículos eléctricos que rivalicen con los vehículos con motor de combustión en términos de autonomía y precio de compra.

Como se discutió en un entrada anterior del blog, Las baterías de estado sólido (SSB) son una alternativa potencialmente superior a las baterías de iones de litio (LIB). Las bebidas azucaradas podrían ayudar a avanzar en la adopción a gran escala de vehículos eléctricos proporcionando mayor densidad de energía utilizando un material electrolítico sólido en lugar de un electrolito líquido inflamable. La dureza inherente de los electrolitos sólidos ayuda mejorar la seguridad en comparación con las baterías de iones de litio al reducir en gran medida el riesgo de incendio por cortocircuitos. Además, los electrolitos sólidos suelen ser química y térmicamente mas estable que los electrolitos líquidos, reduciendo la degradación y la formación de dendritas con el tiempo.

A pesar de estar todavía en fase de investigación y desarrollo (salvo algunas excepciones [3]), la tecnología SSB es muy prometedora para mejorar el rendimiento de la batería. Esto incluye permitir voltajes más altos, mayor duración de la batería, y capacidades de carga más rápidas. Sin embargo, aún quedan desafíos importantes en el desarrollo de electrolitos sólidos que puedan conducir iones con tanta eficacia como lo hacen los líquidos a temperatura ambiente.

Aunque los sistemas de baterías totalmente de estado sólido tienen un gran potencial, encuentran problemas de contacto en las interfaces entre el cátodo y el compuesto electrolítico (Figura 1, bien). Estas interfaces «sólido-sólido» plantean desafíos para el flujo eficiente de iones y electrones dentro de la batería.